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viernes, 19 de septiembre de 2014

Y a ti que te importa

Escribe 6 cosas que deberías hacer me dijo, es tiempo de que...

1. Dejes la amargura

Es tiempo de cambiar la forma en que me cuento la historia me dijo, acepta la vida que te toco, los padres que te tocaron y el nivel económico que tienes, pero no dejes de soñar y buscar lo que deseas y donde deseas estar, es tiempo de dejar la amargura por la vida y aceptar lo que es.

2. Aceptes tu cuerpo

No puedes tener el cuerpo de otra, me dijo, pero puedes mejorar el tuyo. Resalta lo bello que hay en ti, ah y también embellece tu corazón que lo has desarreglado o te lo han desarreglado.

3. Busques el amor

Si el amor no viene a ti, entonces ve y búscalo, ve a donde pueda transitar, del cielo es poco probable que el amor caiga, aunque todo puede pasar.

4. Vuelvas a creer en la gente

No toda la gente es mala me dijo, aún hay pocos, muy pocos que no se han contaminado y por ellos vale la pena volver a ser de ese tipo de personas, aunque ya nos hayamos embarrado de la mierda de los demás, es tiempo de bañarse me dijo.

5. Controles los pensamientos de ira y suicidas

De que te sirve ir sin sonrisa y transitar por el mundo viendo solo lo malo, es tiempo de controlar tus enojos y pensamientos suicidas, es tiempo de que vuelvas a soñar y vivas un nuevo vuelo, vuelve a volar me dijo.

6. Comprender y Aceptar, no es Perdonar

Podría decirte perdona a tus padres, perdónate a ti misma por el odio que sientes que te hayan lastimado sin darte cuenta, no estuvo en tus manos esas circunstancias, no estabas lo suficiente preparada ni tus padres lo estuvieron, fueron aprendiendo también, tu aprendiste antes que ellos. No se trata de perdonar, perdonar es difícil, mucho menos olvidar, pero puedes comprender y aceptar que en ese momento eran los recursos con los que contabas e hiciste lo que quisiste, diste amor puro y no puedes controlar situaciones que no estaban en tus manos, las cosas pasan. Acéptate y compréndete para que el odio se vaya, perdónate por haber amado sin condición y perdona por que no te enseñaron a poner límites y ser independiente, ahora ya lo eres, solo falta que retires el odio. Comprendete, acepta y perdónate y perdona.

Y entonces lo escribí en un blog pero ¿y a ti que te importa?, no me importa que te importe, pero tal vez pudieras hacer lo mismo que yo.

Is time to change...

lunes, 11 de agosto de 2014

Son tus ojos los que se vuelven alas

Es contradictorio pensar que esperar a que el ser que mas amo se duerma para poder sentir también felicidad,  esperar a que el ser que mas amo se duerma para poder volar.
 
El no dice nada, solo me observa, mira mi rostro y me guía sin hablar. 

Disfrutar como eres a solas conmigo, contra el mundo, el pecado, lo prohibido, lo que la gente dice no debe ser, sin saber que dentro de un cuerpo lleno de placer tambien hay  amor.
 
Me siento sobre el, enmudece sin gesticular, toma mi espalda con su mano y me arropa hacia su pecho,  me regala su calor y se que es el momento de actuar.
 
Solo espero el momento de explotar y que sus ojos me miren, que me miren para que el tiempo se detenga, que ese instante dure una eternidad y esque si sus ojos me miran el domina el tiempo y el placer.
 
Porque son tus ojos los que se vuelven alas
y se te escapan y no tus manos cuando te inhundan las ganas...
y entonces VUELO
No sabía que el cielo era amarillo.
Esas ganas desmesuradas de no poder  dejar de verlo, de olerlo, de mirar cada defecto perfecto que me  hace verlo hermoso.  Respirar su piel.
 
Comenzar a mover mi cuerpo sobre el, empezar a sentir como su cuerpo se vuelve piedra, me complace y sin hablar, sin pedirme nada me hace vibrar, solo se que quiero mirarlo.
 
Tener ojos pude ser maravilloso si es que miro sus ojos,  esos ojos que penetran sin tocar, que me hacen volar cuando sus manos quietas desesperadas de placer se tienen que aguantar.
 
Su cuerpo hecho piedra, su calor, el olor de su piel, no dice nada, solo me abraza y me despega para ver mi rostro extasiado, mi piel sobre cuerpo, besarlo y la culpa lo arropa.

Esperar a que el ser que mas amo se duerma para poder amar a quien no debo amar.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Revoltijo

Años de estar dopada y ahora que comienzo a salir, no se a donde ir, pudiendo hacer tanto y me quedo inmovil. Había olvidado escribir, había olvidado el dolor que no necesitaba escupir, pero ver esto tan vacío y ver los meses sin plasmar mi sentir me hace volver a escribir.

Dos años contigo, dos años libre, dos años intentando salir, y es que sales y te vuelves a meter, estar cuerda, estar consciente y pensar, pensar sin existir, vivir como robot. Dos años durmiendo abrazada a ti, todo lo que me haces ser y sentir, my uncle J, el centro de mi vida.

¿A dónde fue la inspiración?, se la ha llevado el dolor.

Paz, tranquilidad, sueños, pero aún atormenta la enfermedad, que se vayan los seres que amas y recordar que uno sigue aquí en el mundo terrenal, cuando años atrás un niño me daba su mano para dormir y ahora ya no está. El me acompañaba en las noches, en mis juegos, mi compañero que el olvido se ha encargado de borrar, lo miré tendido, sin saber que estaba muerto pero si lo sabía, reporteros como buitres sobre una niña, ¿porqué?, ¿porque la muerte abraza a familias buenas, porque dejar a esa niña sola en el andar, que derecho tienen de vivir los demás y el no, que derecho tienen los demás de ser feliz?. Ya no tengo tu mano en la obscuridad, ya no tengo quien me defienda, ni me ayude a cruzar la calle, ya no tengo con quien jugar.

"No puedo olvidar "siempre pensé que nunca se olvida, pero pasan los años y se empieza a borrar, se borra el amor, se borra el dolor, se borran los rostros, las voces, si, aún no se si del todo, pero si se borra y el olvido siempre llega."

Aún recuerdo leyendo foros en donde mujeres decían que habían pasado 15 años sin poder olvidar, yo llevaba mis primeros meses y me aterraba que me pasara eso. 6 años han pasado ya y si, es difícil olvidar, pero llega un punto en que te cansas y aceptas y es cuando se empieza a borrar el dolor.

Si no te ayudas leyendo y con la voluntad de salir y abrazar tu dignidad nunca saldrás, si sigues dependiendo de un ser para sentir paz siempre estarás de rodillas besando el suelo y llorando por lo que no existe, porque cuando alguien se va ya no existe, solo existe su recuerdo en tu cabeza, lo que querías que fuera esa persona, lo que idealizabas para ti. Vete ahora no esperes el regreso de nadie, ó si no, espera una década para que te des cuenta tu mismo, creo que cada quien aprende por la experiencia y no por las palabras que te digan.

martes, 29 de julio de 2014

Sobre el Asco



  Sobre el asco:

Llueve, me horrorizo. Sigue lloviendo. Se trata de mi primer encuentro con un sentimiento tan asqueroso, demente y hermoso al mismo tiempo, suficiente como para revolver el ácido en mi interior y transformarlo en terror, junto a una calurosa desesperación de no querer creer en ello. Cierro mis ojos, depositando todo mi peso en la punta de mis pies, arrodillándome frente a algo que mis ojos no ven, y aún así, no desaparece. Sin darme cuenta, mantengo la respiración un par de segundos. Abro los ojos. Mis manos permanecen en la misma posición sobre mis rodillas; pesadas, frías e inmóviles, torpes. Me levanto y comienzo a recordar lo que acababa de ver, meditando lo que aún estaba sucediendo, como si fuese una memoria ligada a mí desde siempre. Nunca sentí tanto líquido fluyendo por mi cuerpo. La sangre galopaba ferozmente por mis venas, inundando los rincones más oscuros de mi ser, y yo sabía que estaba allí. El ácido en mi estómago seguía batiéndose a duelo contra mi voluntad por mantenerlo en su lugar. Por otra parte, el sudor abatía cada uno de los poros en mi piel, abriendo un camino hacia el exterior, serpenteando sobre mi rostro. Inexplicablemente, mis lágrimas fueron contenidas sin yo saber el por qué, estaban encerradas en la misma expresión tormentosa que me embriagaba. Mis manos jamás se movieron, aún estaban frías y pesadas. Trate de comprender y enlazar todas las escenas que estaban ocurriendo en mi cabeza, mas no logré rescatar más que asco; de la situación, de algo más allá de la misma humanidad. Evité mirar nuevamente, pero no pude contenerme. Mis ojos, perplejos, se clavaron durante un tiempo en aquel paisaje desenfocado, descubrí algo más asqueroso aún, las náuseas de la costumbre, náuseas de una veloz adaptación en mí, que me impedían volver a mirar con los mismos ojos lo que me había horrorizado minutos antes. El pánico se desvanecía brutalmente hacia algún lugar inalcanzable, y yo, anatematizándome por estar en medio de un vacío emocional en frente de algo que debía aborrecer, lloré. Fue entonces cuando una engañosa aceptación germinó en donde anteriormente hubo repulsión. Desee con todas mis fuerzas volver a sentir repugnancia, desee sentirme ahogado por ese mar de asco que me arrebató la compostura. Sabía que la situación merecía todo mi rechazo, mucho más que una inminente indiferencia. Al advertir que no podía confiar en mis propios ojos, ni siquiera en mi condescendiente imaginación, una terrible impotencia se apropió de mí. Perdiendo su vigor; toda la sangre que corría por mis venas se calmó, el sudor se esfumo, y las lágrimas cesaron. Mis pesadas manos recobraron su vehemencia, recogiéndose sobre sí mismas, apretando con fuerza y exprimiendo el aire entre ellas, como si éste fuera una razón maldita, culpable de mi antipatía y ágil tolerancia a la inmundicia. Las detuve para centrarme en analizar los verdaderos sentimientos que pasaban a través de mí, pudiendo de esa forma, visualizar sólo una inestable corriente de sensaciones, continuamente transmutando. Absorto en aquella introspección distinguí como se esclarecía la escena enfrente de mí. Majestuoso —concluí—, contemplando aquella visión, ahora acogedora. Y, admirando el campo completo de curvas, cada detalle finalmente germinado en mi percepción, una temblorosa sonrisa se dibujo en mi rostro. En aquel momento, una poderosa llama abrasaba mi pecho, nunca me sentí tan favorecido, completo y perfecto. Sólo ahí pude apreciar lo inapreciable, yo no era un simple espectador espantado, sino que formaba parte del fatídico espectáculo del que quise rehusarme a comprender. Durante unos segundos, sentí el vacío de las náuseas, añoré el melancólico asco que me hizo tan humano, pero todo se había esfumado, apenas percibía un eco en el brumoso horizonte de mi conciencia. Para ese entonces la lluvia estaba cesando, todo volvía a su curso.

José Luis Borges G.
https://twitter.com/1_1235813213455

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